P. DIOS ME A DADO ESTA SILLA DE RUEDAS.

Si yo nací bien y jugaba a la pelota con un amigo que se llamaba Vicente muchísimas veces en el corral de su vivienda de ¡Bemillo de Sayago¡ porque yo estaba hariba y él vivía abajo, era dos viviendas eramos muy vecinos, y mi madre Hermelinda siempre que salia de compás me dejaba con su madre que me acuerdo que se llamaba María y él padre Antonio.

Vicente y yo eramos muy amigos siempre me hacía bombas y me sacaba de paseo me llevaba a las eras donde se trillaba con las barca y burras me sentaba encima de rastillo y a la a pisa la paja que luego daba trigo para hace el pan que estaba muy rico.

Asta que a los 7 meses que de be da me vacunaron de una vacuna y medico que había en el pueblo decía  que no era nada la fiebre que me estaba dando y luego me tubiero que senta una dura silla de ruedas para siempre y me pregunto porque Dios me haba dado silla de ruedas si no la quería para siempre y ya tengo 58 años y estoy muy casado de ella.

 Dios mio, Dios mio porque me has dado este castigo es que lo merecia mejor era que me hubieras dado un trabajo y yo estuviera trabajado en una oficina donde ganaba dinero no así en una silla de ruedas que ya estoy casada, y encima me han dado una silla que la puedo casi maneja parece un sillón muy grande para mi y para las auxiliares que trabajan en esta maravillosa residencia de C.R.E. de León, porque yo antes estaba en otra residencia en el Ferrol y allí andaba con sillas más ligeras y la perdía yo andar con ella pero esta que parece un sillón que sudo tanto tanto y es tan pesado que yo no la puedo maneja.

   

 Un señor en silla

Jainto Perez Carrascal

León Abril - 2013.